El pasado sábado, en la finca pública de Menut (Escorca, Mallorca), aprovechando una pequeña tregua de las lluvias de este inicio de primavera, se rindió homenaje a Mateu Castelló Mas, Ingeniero de Montes, que fue responsable del Servicio de Gestión Forestal del Gobierno de las Illes Balears y del antiguo ICONA, por su contribución a la conservación de la naturaleza de las Illes Balears.
Aprovechamos el blog para transcribir un pequeño escrito de reconocimiento para Mateu, de los compañeros de Xarxa Forestal, desde Menut:
A todos los forestales, siempre nos produce una enorme e íntima satisfacción adentrarnos en la Serra de Tramuntana. Para todos los amigos de los bosques supone un gran estímulo remontar las revueltas que ascienden desde Caimari hasta el Coll de Sa Batalla, con la segura recompensa de disfrutar de estos excepcionales paisajes. Y todavía, nos resulta mucho más grato si el objetivo es llegar hasta aquí, hasta las casas de Menut.
Pero hoy, al disfrute de subir a la Serra, añadimos la especial alegría que supone el motivo por el que nos reunimos; ofrecer a Mateu Castelló Mas nuestro cariño a su persona, nuestra admiración por su ingente tarea profesional y nuestro respeto por su criterio, constantemente lucido, riguroso y tamizado con ese comprometido soporte al bien colectivo, al interés general, que ha caracterizado su pensamiento, sus decisiones y, sobre todo, sus actuaciones.
Dicen que un Ingeniero es aquel que sabe hacer las cosas, que consigue que se hagan bien y que además consigue que se hagan con el menor coste posible. Mateu ha demostrado ser un excelente Ingeniero, como se decía antes, de la rama de Montes, y ha hecho honor al lema de su Escuela Técnica; “Saber es Hacer”, pues ha demostrado saber hacer las cosas muy bien. Ha liderado, con gran acierto, durante décadas la gestión y conservación de la naturaleza balear. También ha demostrado “Saber que Hacer”, pues en toda situación o dificultad presentada ha logrado generar oportunidades de futuro de las que hoy seguimos aprovechándonos.
Podemos subrayar, entre otros muchos, algunos importantes ejemplos de su visión de futuro. Mateu supo proporcionar un enorme valor añadido a lo forestal en cada ocasión que se presentaba en su amplio entorno de influencia institucional, técnica y administrativa. Pudiera pensarse que de repercusiones reducidas frente a otros sectores económica o socialmente más poderosos o de posible incomprensión en relación a ámbitos sociales cada vez más urbanitas, pero en realidad de singular relevancia y eficacia respecto a la mejora de las capacidades de nuestra sociedad para mejorar y defender el medio ambiente de estas islas.
Fue a Mateu a quien se le ocurrió impulsar la creación del SERPREISAL, y si hoy existen los Bombers de Mallorca, es porque él consideró imprescindible que la "part forana" de Mallorca dispusiera de un cuerpo especializado de extinción de incendios capaz de apoyar en verano la defensa contra el fuego en los montes, pero sin olvidar todas las demás prestaciones que este tipo de servicio proporciona en todas las comarcas rurales de las islas y en sus extensos espacios litorales que hoy además albergan muy importantes entornos turísticos. Así pues, a fecha de hoy, toda Mallorca, está protegida por unos magníficos y muy profesionalizados parques de bomberos gracias al inicial empeño de Mateu.
Otra especial iniciativa de Mateu fue, como muchos recuerdan, la creación de SEFOBASA, empresa pública madre de lo que hoy es el IBANAT. Sin su dedicación y esfuerzo esta eficaz y probada herramienta pública, que permite la gestión forestal de los montes públicos, que da soporte a la conservación de los espacios protegidos, que estructura todo el operativo interinsular, terrestre y aéreo, de prevención y extinción de los incendios forestales y que permite la restauración de las zonas naturales degradas por temporales o fuegos como el recientemente sufrido en Andratx, no estaría a disposición de todos los ciudadanos.
También, podemos resaltar la capacidad de Mateu para promover iniciativas de enorme repercusión para la preservación de lo mejor de nuestra naturaleza balear. En enero de 1988 logra que sea creado, no sin dificultades, el primer Parque Natural de las islas, el Parque Natural de S’Albufera de Mallorca. Después vendrán otros muchos, pero es Mateu quien logra aunar y consensuar los deseos de muy distintas sensibilidades políticas, económicas y sociales para que finalmente sea protegido el humedal más importante de las islas Baleares. Este Parque, está reconocido internacionalmente por el Convenio de Ramsar y actualmente recibe miles de visitantes (y aves) al año.
El buen hacer de Mateu, en esta materia, propició su elección como Presidente de Europarc España. Además de su capacidad de trabajo, no debemos olvidarnos de su excepcional preparación. Y no solo en lo referente a sus saberes técnicos. Ser licenciado en derecho y dominar varios idiomas, le ha otorgado un reconocimiento que rápidamente trascendió fronteras, facilitó la relación y los convenios con otros países y consiguió notables ventajas en la aprobación, financiación y ejecución de proyectos internacionales, en los primeros pasos de nuestra, entonces recién estrenada, relación con la denominada Comunidad Europea. La labor de Mateu, permitió ir explorando y aprendiendo los complejos caminos técnicos y burocráticos a recorrer para aprovechar eficazmente los mecanismos de financiación actualmente disponibles, en materia medioambiental y forestal, en la Unión Europea.
Por último, no se puede dejar de mencionar la huella de Mateu como Delegado de Agricultura en Baleares, en años muy complicados para este sector primario (y que años no lo han sido?) y que ha hecho de él uno de los mejores, más valorados y más solicitados interlocutores de la payesia insular. Buena prueba de ello es que, hasta hace bien poco, ha continuado dando lo mejor de si a nuestra sociedad, siendo el abanderado del producto estrella de nuestra gastronomía, ha sido nuestro President del Consejo Regulador de la Sobrassada de Mallorca.
Terminar recordando que estamos en el Viver Forestal de Menut, centro del “forestalismo” balear, por aquí han pasado y siguen pasando las sucesivas generaciones de trabajadores forestales, de agentes forestales, de técnicos e ingenieros forestales que se han responsabilizado y ocupado de cuidar los bosques de nuestras islas. Aquí Mateu Castelló, en compañía de Carmen, de su familia, de muchos amigos y compañeros, ha pasado años de juventud y de madurez, años de esfuerzos y de éxitos, ha sufrido con los incendios y gozado de estos bosques. Ha disfrutado de esta excepcional naturaleza que ofrece la Serra de Tramuntana, única en todo el Mediterráneo. Ejemplo inmejorable de la naturaleza de estas islas, que él ha contribuido decisivamente a legar a las próximas generaciones.
Desde aquí, Mateu Castelló nos ha enseñado una forma de servir eficazmente a los ciudadanos, aunando voluntades, generando consensos, sumando soluciones, gestionando planificada y activamente los recursos disponibles y, sabemos que es difícil, apostando por el bien común, con mucho conocimiento y con mucho sentido común.
Solo queda añadir, gracias Maestro, gracias Mateu.
Pero hoy, al disfrute de subir a la Serra, añadimos la especial alegría que supone el motivo por el que nos reunimos; ofrecer a Mateu Castelló Mas nuestro cariño a su persona, nuestra admiración por su ingente tarea profesional y nuestro respeto por su criterio, constantemente lucido, riguroso y tamizado con ese comprometido soporte al bien colectivo, al interés general, que ha caracterizado su pensamiento, sus decisiones y, sobre todo, sus actuaciones.
Dicen que un Ingeniero es aquel que sabe hacer las cosas, que consigue que se hagan bien y que además consigue que se hagan con el menor coste posible. Mateu ha demostrado ser un excelente Ingeniero, como se decía antes, de la rama de Montes, y ha hecho honor al lema de su Escuela Técnica; “Saber es Hacer”, pues ha demostrado saber hacer las cosas muy bien. Ha liderado, con gran acierto, durante décadas la gestión y conservación de la naturaleza balear. También ha demostrado “Saber que Hacer”, pues en toda situación o dificultad presentada ha logrado generar oportunidades de futuro de las que hoy seguimos aprovechándonos.
Podemos subrayar, entre otros muchos, algunos importantes ejemplos de su visión de futuro. Mateu supo proporcionar un enorme valor añadido a lo forestal en cada ocasión que se presentaba en su amplio entorno de influencia institucional, técnica y administrativa. Pudiera pensarse que de repercusiones reducidas frente a otros sectores económica o socialmente más poderosos o de posible incomprensión en relación a ámbitos sociales cada vez más urbanitas, pero en realidad de singular relevancia y eficacia respecto a la mejora de las capacidades de nuestra sociedad para mejorar y defender el medio ambiente de estas islas.
Fue a Mateu a quien se le ocurrió impulsar la creación del SERPREISAL, y si hoy existen los Bombers de Mallorca, es porque él consideró imprescindible que la "part forana" de Mallorca dispusiera de un cuerpo especializado de extinción de incendios capaz de apoyar en verano la defensa contra el fuego en los montes, pero sin olvidar todas las demás prestaciones que este tipo de servicio proporciona en todas las comarcas rurales de las islas y en sus extensos espacios litorales que hoy además albergan muy importantes entornos turísticos. Así pues, a fecha de hoy, toda Mallorca, está protegida por unos magníficos y muy profesionalizados parques de bomberos gracias al inicial empeño de Mateu.
También, podemos resaltar la capacidad de Mateu para promover iniciativas de enorme repercusión para la preservación de lo mejor de nuestra naturaleza balear. En enero de 1988 logra que sea creado, no sin dificultades, el primer Parque Natural de las islas, el Parque Natural de S’Albufera de Mallorca. Después vendrán otros muchos, pero es Mateu quien logra aunar y consensuar los deseos de muy distintas sensibilidades políticas, económicas y sociales para que finalmente sea protegido el humedal más importante de las islas Baleares. Este Parque, está reconocido internacionalmente por el Convenio de Ramsar y actualmente recibe miles de visitantes (y aves) al año.
El buen hacer de Mateu, en esta materia, propició su elección como Presidente de Europarc España. Además de su capacidad de trabajo, no debemos olvidarnos de su excepcional preparación. Y no solo en lo referente a sus saberes técnicos. Ser licenciado en derecho y dominar varios idiomas, le ha otorgado un reconocimiento que rápidamente trascendió fronteras, facilitó la relación y los convenios con otros países y consiguió notables ventajas en la aprobación, financiación y ejecución de proyectos internacionales, en los primeros pasos de nuestra, entonces recién estrenada, relación con la denominada Comunidad Europea. La labor de Mateu, permitió ir explorando y aprendiendo los complejos caminos técnicos y burocráticos a recorrer para aprovechar eficazmente los mecanismos de financiación actualmente disponibles, en materia medioambiental y forestal, en la Unión Europea.
Por último, no se puede dejar de mencionar la huella de Mateu como Delegado de Agricultura en Baleares, en años muy complicados para este sector primario (y que años no lo han sido?) y que ha hecho de él uno de los mejores, más valorados y más solicitados interlocutores de la payesia insular. Buena prueba de ello es que, hasta hace bien poco, ha continuado dando lo mejor de si a nuestra sociedad, siendo el abanderado del producto estrella de nuestra gastronomía, ha sido nuestro President del Consejo Regulador de la Sobrassada de Mallorca.
Terminar recordando que estamos en el Viver Forestal de Menut, centro del “forestalismo” balear, por aquí han pasado y siguen pasando las sucesivas generaciones de trabajadores forestales, de agentes forestales, de técnicos e ingenieros forestales que se han responsabilizado y ocupado de cuidar los bosques de nuestras islas. Aquí Mateu Castelló, en compañía de Carmen, de su familia, de muchos amigos y compañeros, ha pasado años de juventud y de madurez, años de esfuerzos y de éxitos, ha sufrido con los incendios y gozado de estos bosques. Ha disfrutado de esta excepcional naturaleza que ofrece la Serra de Tramuntana, única en todo el Mediterráneo. Ejemplo inmejorable de la naturaleza de estas islas, que él ha contribuido decisivamente a legar a las próximas generaciones.
Desde aquí, Mateu Castelló nos ha enseñado una forma de servir eficazmente a los ciudadanos, aunando voluntades, generando consensos, sumando soluciones, gestionando planificada y activamente los recursos disponibles y, sabemos que es difícil, apostando por el bien común, con mucho conocimiento y con mucho sentido común.
Solo queda añadir, gracias Maestro, gracias Mateu.
